En cumplimiento a nuestro propósito bíblico creemos que estamos llamados a presentar a Jesucristo, el hijo de Dios, como “el salvador, el sanador, el bautizador con el Espíritu Santo y el Rey venidero” y establecer iglesias saludables, maduras culturalmente apropiadas y que se reproduzcan. Por lo tanto estamos dedicados al desarrollo de iglesias que se puedan reproducir de manera infinita haciendo posible la difusión continua del evangelio hacia los que todavía no han sido alcanzados.
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